El inicio: 5 años de edad.

Remover esqueletos en el sentido literal claro está porque en la realidad ni loco haría semejante cosa, es una terea ardua que conlleva en mi caso una buena dosis de valentía personal. Hago este inicio porque es muy dificil para mi exponer una realidad que viví en un momento de mi historia de vida. talves para ubicar al lector comienzo por decir que la historia se ubica en un pueblo de Heredia, por allá del año de 1986 donde aún se divisaban cafetales, muchas áreas verdes y en donde no había tanta contaminación ambiental como lo es hoy en día, las casas que estaban cerca de donde yo viví no estabn pegadas unas con otras, habían espacio grabdes de patios y se encontraba en la mayoría de los hogares árboles frutales, gallinas y una que otra reliquia de herramientas que se utilizaron en tiempos pasados, recuerdo con cariño una cocina de leña que perteneció a una tía abuela. Por razones de herencia patrimonial conviví con muchos primos alrededor gracias al aporte que mi difunto abuelo le dejó a mi mamá y tíos, era una época de mi vida en donde vivía con mucha alegría, no necesitaba muchas cosas materiales para ser feliz, recuerdo uno que otro juguete propio, algunos otros que me fueron heredando mis hermanos mayores, y mucha invención de mi parte para sentirme ocupado haciendo lo que mejor sabía hacer que era jugar. Cuando me remonto a la época debo de mencionar que siempre fui considerado un golazo por parte de mis hermanos, y a pesar que en ese entonces no entendía muy bien el significado, pronto llegué a comprender que se referían a la gran distancia en edad que ellos tenían con respecto a mi. Algunos me llevan mas de una década y con la que me aproximo existen 7 años de diferencia, suficientes creo yo como para que se diera un divorcio natural para que el benjamin de la casa fuera compinche en el juego con ellos, mientras yo empezaba a jugar con carritos ya ellos evidenciaban cambios propios de la adolescencia y por ende ese proceso que sabemos marca a las personas. También en su momento fue avismal la diferencia en cuerpo, en fuerzas y también en muestras de amor por parte de ellos hacia mi, cuesta creer que por parte de mis hermanos recibí insultos en lugar de abrazos, golpes en lugar de besos, amenazas en lugar de comprensión y ayuda. esto sin lugar a dudas fue el caldo de cultivo perfecto para que este prójimo que habla buscara en «otros» el afecto que de una manera casi natural uno debería de recibir en el hogar.

¿Como fueron mis padres? Una pregunta dificil de contestar porque también entendía desde esa edad que algunos factores tan importantes como el económico, tenía mayor prioridad antes que mis necesidades afectivas. Un padre que en los pocos momentos que recuerdo compartíamos fue dulce y amable en términos generales a pesar que vivíamos en el mismo techo, pero que desgraciadamente era el principal sostén económico de mi casa dedicaba muchísimo tiempo en trabajar y cumplir con horas extra para llegar a fin de mes. Una mamá que a pesar de ser lo mas sagrado que tengo, me llevó tiempo en reconocer que también era humana y que muchas veces al igual que cualquiera podía equivocarse, no la culpo en nada, porque ella perdió a su madre desde muy joven. Ella estaba en el hogar como ama de casa y desde ahí hacía lo que mejor podía, pero también se dieron descuidos en la crianza y muchas veces no los supo canalizar de la mejor manera, a veces por situaciones que hoy en día no tengo una explicación coherente.

Como dije en el principio fue a mis 5 años que viví una situación traumante y que por diversas razones se combinó con otros factores para que yo pudiera darle una explicación a lo que soy como persona. Efectivamente fui victima de abuso por parte de un primo, que siendo también menor de edad buscaba experimentar conmigo a través del «juego» vivencias que el mismo tenía por descuido de sus padres, ya que recuerdo como el me mencionaba como mi tío dormia sin ropa con la esposa y que él compartía la cama con ellos en ocasiones, cosa que me imagino yo le permitía observar cosas que no eran aptas para un niño de cierta edad, alimentando el morbo en él, y yo como era carne de cañón, llegó a vivirlas y hacer conmigo.

Yo debo de apuntar que nunca a esa edad (5 años) a mi se me hubiera ocurrido que lo que el me hacía era algo malo o bien indebido, yo lo asimilaba como un juego y por ende lo veía con naturalidad, sin sospechar de mi parte que él buscaba encerrarse conmigo en un lugar, y yo como el ser mas inocente seguía sus pasos sin saber a lo que me estaba exponiendo. Cuento estas cosas por encima porque no estoy para decir con lujo de detalle esas situaciones traumáticas para mi. Solo termino contando que todo terminó cuando un familiar mayor de edad se dió cuenta de la situación y esto llegó a oidos de mi madre. Curiosamente el infeliz al darse cuenta que nos habían «pescado» nunca mas volvió a poner un pie en mi casa, y yo posteriormente fui interrogado preguntandome que hacía yo encerrado en un cuarto con él, y recuerdo el fin de aquel sermón oyendo de mi mamá palabras tan duras que me decía que me iba a condenar en el fuego del infierno por lo que yo había hecho… (hago una pausa porque se me salieron las lágrimas). Puedo decir que esa sensación de suciedad en el alma me duró mucho tiempo y realmente la experimenté en carne propia. Creo que lo mejor que me hubiera pasado era encontrar ayuda profesional, pero lastimosamente con costos teníamos para comer.

Comprendí que fui abusado sexualmente y desde ese momento la inocencia se me quebró desde lo mas profundo de mi alma, recuerdo como llegué a desarrollar fobias como el miedo a que me miraran en la calle las personas, especialmente los hombres. Mi papá nunca se dió cuenta de ese episodio, recuerdo que mi madre me prohibió contarselo a él, talvés por el hecho de que el familiar que me hizo eso, era sobrino de ella, Dios como me hizo falta que mi papá supiera y se comportara como un héroe conmigo, me sentí desprotegido y señalado. Mis hermanos dos hombres y dos mujeres no me daban nada de amor, de parte de ellos recibía maltrato. Es posible que un niño de 5 años se llegara a sentir no deseado, si es posible, era posible que el castigo físico fuera parte de mi día a día por parte de mis hermanos y algunas veces por parte de mi mamá, si era posible.

Este niño que obviamente soy yo, muchas veces me ha reclamado que alzara la voz para que alguien me auxiliara, caunto hubiese dado en esa época de mi vida por un poco de afecto y cariño, muchas veces no lo recibí, pocas veces recibí atención por parte de mi familia. Esta época la recuerdo como una época oscura, tardes lluviosas, olor a orina, sensación de suciedad física y del alma, y medio la podía sobrellevar tratándo de acercarme a Dios y a la fé católica, que es a la fecha el tipo de religión que mi familia profesa. Hoy a mis 38 algunas veces voy a misa, lo hago principalmente cuando sientop esa necesidad de escuchar la palabra de Dios, pero muchas veces esa necesidad se ve empañada cuando me topo algún cura que destina el espacio del sermón para hablar de política y se desvía de la explicación de la palabra de Dios.

Recuerdo muchas personas en mi infancia que me quisieron mucho, entre ellos vecinos y vecinas que no necesariamente eran familia, a ellos que muchos hoy en día ya no viven, los guardo con mucho cariño en un espacio de mi corazón, les agradezco profundamente por sentir hacia mi cariño y afecto que muchas veces no encontré en mi propia familia.

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